Aeropuertos

Gestión de multitudes: Facilita el movimiento de grandes cantidades de personas, reduciendo congestionamientos en áreas de alto tráfico como entradas, salidas y zonas de embarque.

Velocidad y eficiencia: Permite un flujo rápido y continuo de pasajeros, crucial para mantener la operativa del aeropuerto.

Acceso sin contacto: Los pasajeros no tienen que manipular puertas manualmente, lo cual es especialmente útil cuando llevan equipaje de mano o empujan carros de equipaje.

Accesibilidad: Facilita el acceso para personas con movilidad reducida, ancianos y familias con cochecitos de bebé.

Conservación de energía: Las puertas automáticas se abren y cierran rápidamente, minimizando la pérdida de aire acondicionado o calefacción y ayudando a mantener una temperatura confortable dentro del aeropuerto.

Ahorro de costes: Mejora la eficiencia energética del edificio, lo que puede reducir los costos operativos en términos de consumo energético.

Reducción de contacto: Menor necesidad de tocar las puertas, lo que disminuye la propagación de gérmenes y mejora la higiene.

Percepción de los pasajeros: La utilización de sensores de movimiento que permiten la operación sin contacto, mejorando la percepción de un entorno limpio y seguro.

Seguridad mejorada: Con la integración de sistemas de acceso, las puertas automáticas pueden ayudar a restringir la entrada a áreas no autorizadas.

Regula el flujo de personas: Las puertas automáticas pueden configurarse para abrirse automáticamente en caso de emergencia, facilitando una evacuación rápida y segura.